viernes, agosto 17, 2007

Por el gusto de hacer música, artículo de Juan Carlos Dominguez

*Queremos agradecer a Juan Carlos Dominguez, del periodico Zeta por este artículo aparecido en la edición del día de hoy.

Por el gusto de hacer música


Año tras año, el proyecto Discos Invisibles se ha ido afianzando en el mundo digital, buscando aprovechar los adelantos tecnológicos con los que experimentan el sonido en todas sus posibilidades.

Autor: Juan Carlos Domínguez

Agosto llegó muy activo para el colectivo Discos Invisibles, a la par de una nueva etapa para el proyecto ahora conformado nada mas por Nacho López y Martha Castro, que se caracteriza por procesos creativos mas introspectivos por un lado, y por el otro, una dinámica mas independiente que se centra mas que nunca en las herramientas virtuales, y menos en la presencia de "escenarios" reales.

En 1999, López creó Discos Invisibles como una disquera independiente que generara, produjera y distribuyera música en CD, desde una vocación meramente casera. Aunque nunca fue su afán fundamental el vender discos, el colectivo ha ido sustentando cada vez mas su interés de dar a conocer y contribuir al aprovechamiento de los nuevos adelantos tecnológicos de los que ahora gozamos, para, por un lado, experimentar con el sonido en todas sus posibilidades, al mismo tiempo que se desmitifica la explotación de la cultura digital como algo exclusivo para los iniciados y "elegidos"; ello desde el punto de vista educativo y social. "El sonido nace para todos", parafrasean sus integrantes.

La actividad más dinámica para Discos Invisibles vino en 2003, cuando mas gente se involucro en el colectivo, a la vez que este produjo y difundió a otros grupos y propuestas, generando una gran cantidad de material producido.

De igual forma, en este periodo la presencia física de sus integrantes estuvo en prácticamente todo evento o festival que se celebraba en Tijuana. "Íbamos a donde nos invitaban..." Paralelamente ellos organizaban sus eventos, con un sello ecléctico que los caracterizaba.

"Si no estas haciendo algo en tu ciudad, si no participas en los eventos locales, no existes", refiere Martha Castro, a propósito de una presencia mas discreta que ahora muestra Discos Invisibles en la escena local. La infraestructura cultural y organizativa que caracteriza a nuestros espacios e instancias, no suelen facilitar las cosas, así como la saturación de un público que de facto es limitada. Por ello, la nueva etapa del colectivo formado por un peruano y una tijuanense, se erige más que nunca por la virtualidad de su propuesta, que los libera de un punto físico establecido, es decir, Tijuana como un calidoscopio de clichés culturales, ya no es un eje en el trabajo de Discos Invisibles.

MAS VIRTUAL CADA VEZ

Discos Invisibles se centra en la recontextualización del arte sonoro. Cuando en la actualidad hay todo un boom de la música electronica (cualquiera se dice músico ahora) y poca originalidad por que todo se vuelve copia de la copia o la explotación de los recursos digitales ya tan socorridos, Nacho López y Martha Castro están mas interesados en regresar a lo básico, es decir, a los elementos primigenios de la electronica y el sonido, el desmembramiento de los elementos acústicos, para tener mas control -a la vez que honestidad- de los medios involucrados en sus creaciones artísticas. "El rumbo de Discos Invisibles va hacia una libertad estética cuidadosa, de no caer dentro del mimetismo y la duplicación innecesaria". Eso también es llevado a la distribución de materiales acústicos, los cuales se refuerzan en la distribución en linea y, por otro lado, en la elaboración de CD’s más artesanales.

En resumen, el colectivo esta mas interesado ahora en vertiente la experimental, que explore cabalmente la digitalidad, a través de un arte electrónico popular y accesible, así como la generación de procesos acústicos interactivos, la construcción de artefactos y la generación de video y sonido simultáneos.

Ello sin descuidar los canales virtuales que han ido de la mano de su trayectoria, desde los elementales Messenger, los blogs y feeds de audio, hasta festivales musicales en linea y net lables (disqueras virtuales).

Respaldados en estos preceptos, Discos Invisibles ha estado muy activo estas ultimas semanas. El 2 de agosto participaron como parte de la exposición Terciopelos sin fronteras, en el Instituto de Cultura de Baja California. Ahí aportaron una instalación sonoro-sensorial, en la que plantearon su noción de textura y sonido digital, haciendo una reflexión en el espectador sobre la sensación táctil que puede surgir a partir de una imagen aparentemente intangible.

Virtual Migrants es un colectivo británico que aborda los temas de migración, raza y globalización, mismos que invitaron al colectivo tijuanense par musicalizar sus imágenes en la instalación What if im not real, serie de presentaciones que se desarrollaron en la Universidad de San Diego, donde Nacho López estudia una maestría en Música Electronica en el Center for Research in Computing and the Arts.

El 18 y 19 de agosto, Lazo Invisible (proyecto individual de Nacho López) esta participando en un congreso de electronica experimental en Santiago y Valparaíso, Chile. Simultáneamente formó parte del festival Plac.art.x, evento en línea que naciera en Francia y que este año tuvo su sede física en Regensburg, Alemania.

Mientras que para el 24 de agosto, Discos Invisibles estará interviniendo en la Sonoteca del Centro Fundación Telefónica de Perú, donde abordaran el tema "Disqueras Independientes y Escenarios Alternativos".

Por otra parte, también se aprestan para la organización del Tercer Festival en Linea Electronica Mexicana, que en sus dos primeras ediciones tuvo como protagonistas a las disqueras independientes y a los creadores en solitario, respectivamente, y que este año, aunque aun sin definirse del todo, promete ser más expansivo e intenso.

En conclusión, Discos Invisibles tiene enfocado su plan de trabajo a mediano plazo en lo que es el net art, arte en línea, en el que paradójicamente, han encontrado mayor capacidad de respuesta entre los públicos mas insospechados (que no están inmersos en ese entorno), que en los mismos involucrados en esas disciplinas. He ahí la concretización de apertura de la cultura digital sonora incluyente, que no obedezca más que a las sensaciones de respuesta y empatía para el receptor, cualquiera que sea el origen de este.

No hay comentarios.: